Eliminar manchas con láser
Especialistas en el cuidado de tu piel
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Las manchas o lesiones pigmentadas son alteraciones en la coloración natural de la piel provocadas por una acumulación o exceso de melanina. Pueden aparecer por diferentes causas, siendo las más frecuentes la exposición solar, el envejecimiento, cambios hormonales o la inflamación previa.
El láser dermatológico nos permite eliminar o mejorar diferentes tipos de lesiones pigmentarias:
Cada caso es valorado previamente por un dermatólogo para descartar lesiones malignas o precancerosas.
El láser dermatológico actúa emitiendo un haz de luz de alta precisión que es absorbido únicamente por la melanina acumulada en la mancha, sin dañar el tejido sano que la rodea.
Esta energía fragmenta el pigmento en partículas microscópicas que, posteriormente, son eliminadas de manera natural por el propio organismo.
El proceso es rápido, seguro y eficaz:
Eliminar las manchas con láser en CLIDELAS aporta ventajas tanto estéticas como médicas. Antes de iniciar cualquier tratamiento, un dermatólogo realiza una valoración detallada para confirmar que se trata de lesiones benignas y descartar posibles riesgos. Gracias a esta atención médica especializada, el procedimiento es completamente seguro y se ajusta de manera personalizada a cada tipo de piel y a la profundidad de la mancha.
Los resultados suelen apreciarse desde las primeras sesiones: la piel recupera un tono más uniforme, luminoso y rejuvenecido. Se trata además de un tratamiento ambulatorio, rápido y prácticamente indoloro, que permite retomar la rutina diaria sin interrupciones.
Otro beneficio importante es que, además de mejorar la estética, el control dermatológico previo contribuye a la detección temprana de lesiones sospechosas, lo que añade un valor preventivo esencial.
En definitiva, el láser no solo elimina manchas, sino que también ayuda a recuperar la confianza en la piel, siempre con la seguridad de estar en manos de un equipo médico especializado.
El número de sesiones depende del tipo de mancha, de su profundidad y del fototipo de piel de cada paciente. En la mayoría de los casos, una sola sesión puede ser suficiente para lograr una mejora significativa, aunque a veces se recomiendan entre dos y tres sesiones para alcanzar un resultado óptimo y uniforme. Tras la primera valoración, el dermatólogo indicará el plan más adecuado para cada caso.
Las manchas tratadas con láser suelen desaparecer de manera definitiva, ya que el pigmento eliminado no vuelve a regenerarse. Sin embargo, es posible que aparezcan nuevas manchas con el tiempo, sobre todo si la piel se expone al sol sin protección adecuada. Por ello, el uso diario de fotoprotector es fundamental para mantener los resultados a largo plazo y evitar la formación de nuevas hiperpigmentaciones.
El tratamiento no suele resultar doloroso. La mayoría de los pacientes describen la sensación como pequeños chispazos de calor o un leve picoteo sobre la piel, que se tolera perfectamente sin necesidad de anestesia. Tras la sesión, la zona puede quedar enrojecida durante unas horas, pero desaparece rápidamente y no impide continuar con las actividades cotidianas.