Estudio Capilar
Consulta de Tricología
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¿Qué haremos en la consulta de tricología?
En CLIDELAS, como especialistas en pelo, sabemos de la importancia de realizar una buena historia clínica para los problemas capilares. Para ello valoramos tantos los antecededentes familiares como situaciones puntuales del paciente que pueden repercutir en algunos tipos de alopecia (stress, regímenes alimentarios, etc).
Una vez recogidos estos datos pasamos a la exploración clínica, para valorar tanto número de pelos que se desprenden a la tracción como caractererísticas de esos pelos y piel del cuero cabelludo. Para ellos tenemos aparatos como dermatoscopios (aparatos que nos aumentan la zona a explorar con luz polarizada).
Estos datos nos permiten tener un diagnóstico correcto tanto del tipo de alopecia, como problemas que pueden coincidir como descamación que en función de la intensidad como color (blanco nacarado, amarillenta, etc) permitirá pautar un tratamiento adecuado para su mejora. Estos es de vital importancia para un tratamiento acertado, ya que en muchas ocasiones hay concomitancia con otras enfermedades como psoriasis que presentará signos en otras localizaciones fuera del pelo como por ejemplo las uñas.
Tricoscopia
Son varios los dermatoscopios que nos permiten realizar esta exploración (tricoscopia). En clínica dermatológica láser disponemos de esta técnica desde hace más de 20 años. En los últimos 15 años disponemos de una tecnología que incorpora al dermatoscopio unos software que es capaz de informarnos de la densidad de pelo en determinadas zonas, número de unidades foliculares y pelos de cada unidad folicular, entre otros.
Tipos de Estudio Capilar
Con este tipo de sistema podemos realizar 2 estudios de pelo:
- Tricholab: Nos permite emitir un informe tras tomar una serie de fotos con aumento de diferentes localizaciones del cuero cabelludo (frontal, emporal y occipital.
- Trichoscale: tras hacer un pequeño rasurado de 0,9 cm, a las 48 horas se analiza la zona para poder realizar un informe de número de folículos, densidad, etc que nos permitirá compara de una forma totalmente científica y objetiva la evolución de los tratamientos.
En la historia clínica recogemos iconografía en unas posiciones determinadas para posteriormente poder valorar la evolución.
Después de la exploración en ocasiones tenemos que realizar pruebas complementarias como test genético que nos permite ver que tratamientos tópicos y orales pueden ser más eficaces para cada paciente, o analíticas de sangre en la que se mide una serie de parámetros concretos variables según paciente, sexo, etc.
Diagnóstico y tratamiento
Con todos estos datos la mayor parte de las veces somos capaces de emitir un diagnóstico y pautar un tratamiento desde tópicos a orales. En muchas ocasiones es conveniente añadir tratamientos novedosos como láseres de baja frecuencia, plasma rico en plaquetas o mesoterapia con diferentes productos en función del resultado del test genético entre otros.
En ocasiones es necesario a pesar de todos datos obtenidos realizar una pequeña biopsia para obtener más información.