Se trata de un trastorno pigmentario que provoca la destrucción de los melanocitos (las células que dan color a la piel) y que desencadena en el desarrollo de lesiones totalmente blancas. El vitíligo también provoca que haya un mayor riesgo de sufrir ciertos trastornos, sobre todo afecciones tiroideas.

No se sabe con certeza la causa de esta destrucción de melanocitos, aunque el vitíligo es más común entre las personas con enfermedades autoinmunes y se cree que puede tener un factor genético y ambiental. Muchas veces se asocia su aparición por traumatismos físicos, ciertas enfermedades e incluso tensión emocional. De hecho, es habitual que el vitíligo se manifieste en periodos de duelo o tras una experiencia o episodio traumáticos. La reacción a una quemadura solar también puede precipitarlo.

El tratamiento de esta afección cutánea incluye diferentes terapias y debe ser el dermatólogo quien determine cual es el más adecuado tras el diagnóstico y las circunstancias de cada caso